17 ago 2014

Cota de malla para spangenhelm


















Esta vez toca a otro elemento importante en el atuendo medieval: El yelmo.

El tipo que veis aquí es un spangenhelm, proveniente del norte de Europa, pero que se difundió por todas las culturas durante el bajo medievo y hasta bien entrado el alto, por su efectividad y facilidad de construcción.

Precisamente encaja muy bien con la recreación templaria por su "pobreza" y sencillez.  Yelmos cerrados y profusamente decorados son posteriores y propios de cruzados provenientes de la nobleza.


Quería añadirle el aditamento de una protección de cota de malla perimetral.

Cuando se utilizaba con un almófar de cota de malla no era necesario, con un ventalle o una lóriga, era un complemento adecuado.

La solución "práctica" es unirlo con una tira de cuero y unos vervelles, estéticamente para la recreación no me convencía, y hay que taladrar el yelmo para remachar los vervelles.

Otra solución es hacer taladros al casco y pasar unas anillas de la cota de malla. La verdad, el resultado tanto estético como funcional me parece bastante pobre. Además de que hay que hacer unos 40 taladros a un casco de 4 mm de grosor, y sin vuelta atrás.

Así que opte por la técnica de vestir el casco con cuero sobre el que anclar la cota de malla.

Y hablando de esta, utilicé una de anillas redondas remachadas, recomiendo de este tipo o de anillas planas, evitar las de anillas cromadas o de aluminio ...

Para hacer la banda de cuero basta medir, replantear y cortar las piezas. El ancho de la banda debe sobrepasar la parte inferior del casco unos 5 mm. Donde coincide la banda con remaches hacer un orificio con un sacabocados, que además nos valdrán para aumentar la fijación de esta al casco. También añadí un pequeño adorno en el protector nasal.




Para no engrosar mucho la zona frontal (el protector es de 4 mm de espesor), usé esta solución de escalonar dos piezas de cuero, uniéndolas con remaches.




Hay que garantizar un perfecto ajuste del cuero al casco, un truco "free", una vez medida y replanteada la corona, antes de remacharla acorta su longitud entre 0.5 a 1.5 cm, dependiendo del tipo y grosor del cuero), y remáchala. Si ahora la intentas poner en su sitio, parece misión imposible y hercúlea. Entonces moja el cuero, sobre todo por la parte interior al grifo de agua caliente un par de minutos, a continuación pasa una pastilla de jabón por el interior, y acto seguido sin esperar, embútelo en su posición definitiva, ahora milagrosamente si podrás. déjalo secar un día, antes de seguir trabajando. El cuero se retraerá, tensará y adaptará a la forma del casco, quedando firmemente unido.




Si fuéramos a usarlo en combate o quisiéramos una fijación definitiva bastaría con poner unos remaches pasantes de unión. En mi caso no voy a combatir ni quiero taladrar el casco, por si en alguna ocasión lo retiro.

Toca marcar y hacer los orificios para coser la cota. Lo primero que tienes que hacer el calcular el paso de la misma, ojo, no coincide con el diámetro de las anillas. Ponla sobre una superficie plana estirada, sin tensión, mide un tramo y divide por el número de anillas de la primera fila, tendrás el paso, luego trasládalo a la banda de cuero con un regla.

Ahora toca labor de costura:



Puedes probar con distintos materiales del cordón: cuero, textil, alambre, y elegir el que más te guste.

Dejar pasado un cordón de cuero en la primera fila de malla facilita la labor, y mejora la sujeción (también el conteo para medir el paso).

Deja el hilo flojo y luego tensa toda la costura, en ese momento elige cómo quieres alinear la cota: al interior, al borde o al exterior de la banda de cuero. Yo opté por el interior.

Y este es el resultado final del trabajo. La modelo una joven "walkiria", muy apropiado para un spangenhelm.





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